La crisis en el consumo le está pegando de forma directa al rubro de la indumentaria y esto también tiene su correspondiente impacto sobre las marcas que logran sobrevivir en el barrio de Recoleta. Por lo que el permanente retroceso de las etiquetas textiles le está dando lugar por caso al desembarco y protagonismo de las telcos.
Una marca textil que se fue del Barrio es Cuesta Blanca, que dejó vacante un local de grandes dimensiones en Av. Santa Fe al 1600, casi esquina Rodríguez Peña. Allí, abrió una sucursal el grupo empresario compuesto por Personal, Fibertel y Cablevisión.
En línea con esta tendencia creciente, el mes anterior la empresa Movistar se instaló sobre la misma cuadra después de haberse trasladado desde otra ubicación.
En la emblemática Santa Fe y Callao, y también en la tienda que había dejado liberada la marca de indumentaria Desiderata, Samsung impactó con su mega apertura. Después de un largo período de 2×1, la tienda textil cerró definitivamente las puertas en el primer mes del 2018.
