Fueron solo seis meses los que tuvieron los centros comerciales de la Ciudad de Buenos Aires para retomar la actividad. Como consecuencia de la segunda ola de COVID-19, el decreto nacional publicado la semana pasada volvió a establecer el cierre de los shoppings en el AMBA.
Entre ellos se encuentra el icónico Recoleta Mall, ubicado en Vicente López y Junín, que se vio obligado a bajar sus persianas nuevamente hasta, al menos, el viernes 30 de abril. La medida se encuadra en la nueva fase de distanciamiento social, preventivo y obligatorio.
Esta restricción afecta una vez más a un sector que ya venía golpeado, como es el de comercio y servicios. En particular, el Recoleta Mall entró en una profunda crisis el año pasado, con el cierre definitivo de más de 21 locales que operaban en el shopping que se encuentra en el corazón del barrio.
La Cámara Argentina de Shopping Centers (CASC), de la que el Recoleta Mall es miembro, manifestó a través de un comunicado su profunda preocupación ante «el peligro cierto de pérdida de empresas y empleos» que conforman la actividad. Por eso, se reclamó la «reconsideración» de la prohibición adoptada y se volvió a enfatizar en el funcionamiento de los protocolos de seguridad.
