La pandemia por el coronavirus impactó de manera directa en el retail, principalmente en la industria de indumentaria y accesorios, que ya venía golpeada por la recesión. Durante la cuarentena distintos locales tuvieron que cerrar por las restricciones a la circulación.
En Santa Fe y Callao, por caso, un corredor comercial neurálgico del barrio de Recoleta, el gobierno de la Ciudad estableció limitaciones por ser una zona con una alta concentración de locales y, por tanto, de gente.
Si bien los pequeños comercios siguen funcionando, distintas áreas fueron cerradas, como Av. Santa Fe entre Cerrito y Uriburu; Av. Callao entre Marcelo T. de Alvear y Arenales; Av. Santa Fe entre Uriburu y Laprida y Av. Pueyrredón entre Arenales y Marcelo T. de Alvear.
Ahora, a la espera de nuevos anuncios sobre la extensión del aislamiento hasta el domingo 21 de junio, los locales de la zona quieren definiciones sobre cómo será el funcionamiento en esta nueva etapa, que cumplirá tres meses en vigencia el sábado 20 y afectará a las ventas por el día del padre.
