El microcentro porteño continúa en crisis en este 2022, a pesar de que muchas empresas ya retomaron esquemas de trabajo híbridos y presenciales. En paralelo, barrios residenciales como Recoleta se revalorizan.
En ese contexto, Farmacia Soy trasladó uno de sus puntos de venta de la city porteña a Barrio Norte. Se trata del local de Viamonte y Esmeralda, que ahora levantó sus persianas en Callao y Marcelo T. de Alvear, en la misma manzana del emblemático colegio Carlos Pellegrini.
Así la firma propiedad de la familia Lluibaroff afianza su presencia en Recoleta, mientras que desarma gradualmente su penetración territorial en el centro. El año pasado, la cadena que posee más de 60 bocas mudó una sucursal de Once a Santa Fe y Junín.
